martes, 6 de marzo de 2012

Para una querida amiga


Incompleto

           Ale, recuerda que la vida es un vaivén de deseos y de sueños, unos días estamos, y otros días decidimos no estar. La vida a veces nos obliga a tomar ese vuelo con fecha de ida pero no de retorno. No deseo escribir, no te quiero narrar mis penurias y mucho menos atormentarte con los pensamientos que ahogan mi conciencia, sin embargo solo logro escapar de tanto caos por medio de la expresión escrita, pues la expresión oral ya se me agotó, verdad Ale, yo sé que tu me escuchas.
           Antes de esta fecha--la fecha en la cual se elaboró este texto y antes de que tu estuvieras en cama-- mucho tiempo atrás, me refugie en los libros, un bloqueo casi efectivo, no obstante, no puedo hacer lo mismo esta vez, no puedo tapar mis ojos y dejar que todo siga como si nada, no se puede vivir así. No quiero ser un individuo más que viva así.  Pero todo me conlleva a los recuerdos, pisar nuevamente una sala de terapia intensiva es regresar a la pesadilla de cualquier niño que huye de dormir sólo por primera vez. Sí, así me he sentido, vuelvo a caer como alguien que corre para no darse cuenta de que su alrededor se está derrumbando. Aún sin poder tener un aliento de consuelo, hoy entro de nuevo a mi pesadilla, cruzando las paredes que me impedían entender muchas cosas que ahora veo con ojos del externo pero raramente cercano. He retomado el valor en querer comprender qué era aquello a lo que tanto le huía y creo que al fin lo comprendí, ella me lo está enseñando. Ella me está diciendo que la enfermedad une corazones, vidas y almas; que una recaída, significa un dolor en el pecho que nadie logra controlar, el hambre suele faltar y  las lágrimas no dejan de caer sobre las mejillas. ¿Cuando aprendimos a llorar tanto? Nunca nos han respondido eso. Seguimos estando incompletos en saber el porqué del ahora y no el porqué del pasado. Hubiese deseado tener el coraje que se tiene a los 20 años y no la debilidad que se tiene a los 14 años. 
            Entender que  estar bien  es  un estado esencial para la vida de los demás, que una enfermedad trae un mundo de lo posible, que John Donne tenía razón al escribir sus penumbras, y que ver y padecer nunca podrán ser palabras de comparación. A ti te agradezco, por que volví a mirar al cielo para pedir una plegaria, sí, ya se me había olvidado, pero por ti, todo recuerdo vuelve como el parpadeo. Ya no me preocupo por entender lo que ocurre, tu me llevas de la mano, lo sé. También reconozco que más que enseñarme el camino vas a salir de tu sueño maldito y vendrás a decirme que nada en ti esta incompleto y que ya estas bien para escribir tu propia versión. Ale, te estoy esperando, mejor dicho, aún estamos esperando y rogando, que no pierdas las esperanzas,ni la fe, mira que la fe completa al más incompleto.

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